Forjadores
del Instituto
Neftalí
Rodríguez Cuevas
Trabajar
para resolver problemas de Ingeniería,
uno de los principales objetivos del IIUNAM
Estudiar
las características de las estructuras civiles y de su
respuesta ante distintas acciones, ha sido lo que me ha mantenido
en el Instituto de Ingeniería durante todos estos años.
He tenido interés en el análisis de las estructuras
ante distintos tipos de perturbaciones como son: viento y sismo.
Me ha preocupado también conocer los estados límites
y de servicio de las estructuras, al incrementar las magnitudes
de las perturbaciones que modifican su respuesta. He mantenido
interés en conocer las propiedades de distintos materiales
ante diversas solicitaciones, y he tratado de entender las causas
que inducen la aparición de inestabilidad en las estructuras,
lo cual ha ocupado mi atención durante muchos años.
Con estas palabras inicia su entrevista Neftalí Rodríguez
Cuevas, profesor Emérito de la Universidad Nacional Autónoma
de México.
Inició
su carrera como docente e investigador universitario en los
años cincuenta, cuando el Ingeniero Guillermo Salazar
Polanco lo invitó a ser ayudante de la materia que impartía
en la Escuela Nacional de Ingenieros, y a participar con él
en proyectos estructurales, en un grupo de ingenieros jóvenes
distinguidos, entre los que se encontraban Óscar de Buen
López de Heredia, Félix Colinas Villoslada y Luis
Correa González entre otros.
A
la pregunta sobre cuáles han sido las principales aportaciones
del IIUNAM a la sociedad a lo largo de casi cincuenta años
de trabajo, el profesor responde que en la época de la
fundación del IIUNAM, la ingeniería civil era
el principal motor del desarrollo del país, cuando se
proyectaron e hicieron grandes obras hidráulicas y urbanas,
como el drenaje profundo de la ciudad; se construyeron las líneas
subterráneas y aéreas del Sistema del Metro, las
cuales parecían ser difíciles, por las condiciones
del subsuelo del valle de México. Además, el sistema
carretero se desarrolló en todo el país, se crearon
nuevas ciudades, en las que la población pudiera trabajar
en mejores condiciones de vida, de educación y esparcimiento,
para propiciar una óptima vida familiar. Así miembros
del IIUNAM participaron en el desarrollo de la ciudad de Querétaro,
seleccionada como centro alimentario del país, donde
se instalaron nuevas industrias, y se generó una nueva
sección moderna de la ciudad, que actualmente es un ejemplo
de buena organización. El Instituto también participó
en el desarrollo de ciudad Lázaro Cárdenas y el
Puerto Industrial de Altamira, donde algunos de los académicos
que laboraban en él, aportaron conocimientos para llevar
a buen término los proyectos.
El
profesor Rodríguez Cuevas ha participado en numerosos
proyectos de estructuras, entre los que destacan el Auditorio
Municipal de la ciudad de México, hoy Auditorio Nacional,
donde se cuenta con unos marcos metálicos, cuyo claro
es próximo a 100 m; diseñó el Parque de
béisbol del IMSS, y el Teatro Jiménez Rueda, del
ISSSTE; participó además en el diseño del
Centro Deportivo Mexicano y en el edificio del Centro Mundial
de Comercio, entre otros.
Juzga
el profesor Rodríguez Cuevas que el trabajo que ha desarrollado
el IIUNAM ha tenido grandes repercusiones, no sólo en
la construcción de la infraestructura del país,
sino también en el aspecto educativo, ya que la UNAM
ha formado a un gran número de profesionales altamente
calificados, así como ha contribuido a la formación
de investigadores en diversas universidades de la República
y de otros países de América Latina y del mundo.
Considera
que la labor que realiza el IIUNAM nunca terminará, ya
que la sociedad demanda nuevos conocimientos en el área
de las Ingenierías que conduzcan a nuevas tecnologías
que se puedan ofrecer como camino de crecimiento. Se requiere
el mejor aprovechamiento de la fuerza de trabajo del país,
que conducirá a nuevas opciones de desarrollo. Considera
que una de las principales metas por alcanzar en el IIUNAM,
es la de producir nuevos conocimientos y nuevas tecnologías,
que contribuyan a mejorar las condiciones de vida en el país.
Los mexicanos hoy en día tienen una preparación
más completa que hace 50 años, y requieren nuevas
tecnologías, mediante las cuales puedan lograr mejores
estados de vida.
A
la pregunta ¿qué áreas de investigación
se deben fortalecer?, el profesor Rodríguez Cuevas responde
que, en su opinión, el IIUNAM se debe preocupar porque
sus investigaciones se enfoquen a mejorar la ingeniería
civil, en sus diversas ramas, ya que es evidente que se requiere
generar nuevos centros de población, donde se puedan
realizar nuevas actividades de trabajo, con zonas fabriles,
educativas y de recreación, con adecuados sistemas de
saneamiento y drenaje, así como centros de distribución
de alimentos, con sistemas de comunicación adecuados,
como son carreteras con puentes que no se dañen, sistemas
de conducción de energía y de comunicaciones,
tanto telefónicas como satelitales; ello contribuirá
a mejorar el nivel de vida de nuestros compatriotas. Sería
un suicidio para el país si se abandona o no se mejora
esa área de la ingeniería, pues es a la que le
corresponde solucionar muchas de las necesidades de los habitantes
del país.
No
debemos olvidar que actualmente existen 40 millones de mexicanos
que viven en condiciones de pobreza, los cuales requieren obras
civiles. Cada vez los retos son mayores y con mayor frecuencia
la gente se asienta en zonas inhabitables, a donde es necesario
llevar servicios urbanos y de comunicación.
Ello
requiere vías de comunicación seguras y expeditas.
Cabe aquí mencionar que el sistema carretero se está
transformando, al generar vías que ya no dependen de
la topografía, sino que aparecen sistemas que requieren
puentes que cruzan sobre los accidentes topográficos
tan comunes en nuestro país. Existen todavía zonas
en las cuales se presentan periódicamente desastres naturales,
generados por fenómenos geofísicos. Se puede mencionar
que actualmente el país esta invirtiendo al año,
45 000 millones de pesos para atenuar los daños que se
presentan anualmente. Esta cifra representa tres veces el presupuesto
anual de la UNAM; esto indica que si se desarrollan medidas
preventivas y se logran abatir los niveles de desastre, se dispondría
de fondos suficientes para generar otras tantas universidades,
tan grandes como la Nacional, para beneficio de los mexicanos.
¿Cuál
es la importancia de las instalaciones experimentales?
Las instalaciones experimentales nos abren los ojos a fenómenos
que jamás nos imaginamos. Para generar conocimiento hay
un primer camino que es el descubrimiento físico, el
que nos permite posteriormente elaborar rutinas matemáticas,
que son la segunda etapa. Todo lo experimental está basado
en la observación de los fenómenos físicos,
que ocurren en la naturaleza. Si no entendemos el mundo de la
naturaleza, estaremos generando una serie de algoritmos totalmente
equivocados. Por eso, el estudio experimental es fundamental,
a mi juicio, pues permite la elaboración de rutinas de
diseño. Aquéllos que piensan que con las computadoras
el problema de la investigación está resuelto,
están totalmente equivocados. Es cierto que las máquinas
representan mejores herramientas para hacer investigación,
pero nunca hay que olvidar lo importante que es entender la
naturaleza.
Afortunadamente,
el Instituto de Ingeniería cuenta con el laboratorio
de túnel de viento, donde se han efectuado varias pruebas
sobre fenómenos aeroelásticos que son sumamente
complejos y fascinantes. No conozco fenómeno más
interesante que el cambio de las características del
movimiento de las partículas de aire, que con modificaciones
aparentemente insignificantes en la humedad y la temperatura,
se altera radicalmente. Medirlo es increíble. Hoy día,
hay equipos que proporcionan imágenes más claras
de estos fenómenos, y en el IIUNAM existe interés
en disponer de esta herramienta, con la que se podrían
estudiar no sólo fenómenos de viento, sino también
efectuar pruebas sobre la interacción de fluidos con
estructuras.
Actualmente, se empieza a trabajar en un proyecto que beneficiará
a muchos mexicanos, que viven en los estados donde el clima
alcanza temperaturas extremas y donde los sistemas de aire acondicionado
son ineficientes. El estudio consiste en visualizar cuál
es la influencia del viento en la difusión de calor que
proviene de habitaciones. Se trata de controlar el desperdicio
de energía. Si se logra generar sistemas de paredes que
sean térmicamente aceptables y que permitan rápidamente
proteger a la gente de cambios externos, se ayuda a resolver
un problema sumamente importante, pero además se ahorra
energía. Y es que la energía se debe utilizar
principalmente para producir trabajo. Se debería tener
una mejor organización para que existan fuentes de trabajo
y para ello se necesitan industrias, energía, políticas,
conocimiento y tecnología.
También
se colabora en la construcción de un puente que modificará
el sistema de transporte a la ciudad, desde la entrada de Toluca
hacía la Central de Abastos, para lograr que los alimentos
puedan fluir más rápidamente, sin que tengan que
circular por la parte de tránsito más cargado
de la ciudad. Este proyecto puede considerarse sencillo, sin
embargo, se está generando una problemática interesante
y para que la construcción de este puente sea un éxito,
se necesita personal con mucha experiencia, como el que tiene
el IIUNAM.
Cuando
el IIUNAM se conciba como instituto de investigación,
dispuesto a apoyar a la gente del exterior, se estará
cumpliendo uno de sus principales objetivos. El IIUNAM no está
para competir con los ingenieros de la práctica, está
para decirles “hemos encontrado estos detalles, úsenlos
porque les pueden ser útiles”. Es decir, los ingenieros
de la práctica son quienes detectan los problemas y los
investigadores son quienes deben estudiarlos sistemáticamente,
para plantear y proponer soluciones prácticas
Para
finalizar, quisiera resaltar que es muy importante fomentar
la comunicación con los ingenieros del campo profesional,
hacer lazos más fuertes. Aquel proyecto de la Torre de
Ingeniería fue bien enfocado, aunque todavía está
en proceso, pero al final de cuentas, ahí está
la posibilidad de que la ingeniería mexicana tenga a
su disposición instalaciones experimentales y que los
cuerpos de investigación de esta universidad, puedan
actuar rápidamente para solucionar los problemas a los
que se enfrenta la gente del exterior; ampliar esta idea sería
muy benéfico para el Instituto y para el país.
A
lo largo de cinco décadas de fructíferas investigaciones
y trabajo docente, el profesor Neftalí Rodríguez
se ha hecho acreedor a las más altas distinciones: el
Premio Universidad Nacional, Premio Nacional de Investigación
Nabor Carrillo y el Premio Nacional de Docencia Mariano Hernández,
éstos últimos otorgados por el Colegio de Ingenieros
Civiles de México.
El
profesor Rodríguez Cuevas está casado y tiene
tres hijas, está convencido de que la inteligencia de
la mujer es fundamental en la formación de los hijos
y gusta de la música armónica, en especial la
que toca su hija. Su mayor cualidad es la capacidad que tiene
para transmitir a los estudiantes sus temas de clase.