Editorial
El
próximo mayo iniciaremos en el Instituto de Ingeniería
una campaña de mejoramiento ambiental, tanto en lo que
respecta a nuestros espacios comunes, como a los lugares de
trabajo, incluyendo oficinas y laboratorios.
La
campaña se realizará en dos etapas con alcances
diferentes. En la primera, fomentaremos la eliminación
de todos los objetos y artículos ya inservibles para
nuestro quehacer cotidiano, así como el almacenamiento
de aquellos que, justificadamente, valga la pena conservar.
Sin
duda, el papel representará un porcentaje importante
dentro de los objetos de los que podemos prescindir. La experiencia
de la UNAM señala que el papel representa el 90 % de
los materiales que se desechan en Ciudad Universitaria.
Como
resultado de esta primera etapa esperamos recuperar un amplio
número de publicaciones (libros y revistas) que no sean
de uso cotidiano y que deban ser devueltas a la USI.
En
esta fase, dedicaremos mayo a mejorar el entorno de los edificios
y espacios que ocupan la dirección y talleres y, posteriormente,
un mes para cada subdirección.
La
segunda etapa aspira a crear el hábito, dentro de la
comunidad, de depositar los residuos sólidos de manera
diferenciada en los diferentes espacios del IIUNAM. Para ello,
se dispondrán los recipientes idóneos. Con esto
contribuiremos, con la administración central, a la mejor
disposición final y reciclamiento de los residuos sólidos.
Esta
campaña contribuye al esfuerzo en marcha por ordenar
y modernizar al Instituto, y forma parte del Plan Maestro de
Modernización de la Infraestructura, que ayudará
a mejorar nuestro ambiente de trabajo, por lo que solicito la
participación entusiasta de toda la comunidad del Instituto.