Impacto
de los proyectos del Instituto
Determinación
de las propiedades dinámicas del suelo por medio de sistemas
neurodifusos
Silvia
R García
Un
problema relevante sobre los sistemas geotécnicos (formaciones
de suelo y/o roca, naturales o artificiales, donde se desplantan
estructuras desarrolladas para el bienestar humano) consiste
en anticipar el comportamiento de los materiales ante diversas
perturbaciones tanto estáticas como dinámicas.
En estas anticipaciones el juicio de los expertos y las aproximaciones
empíricas de diseño juegan un papel muy importante.
Los modelos de cómputo aproximado han permitido aprovechar
el conocimiento heurístico y el cómputo masivo
para la solución exitosa de este problema.
Los
sistemas geotécnicos comúnmente se describen con
relaciones empíricas que permiten estimar propiedades
ingenieriles y definir parámetros de diseño necesarios
en el análisis de las estructuras que se localizarán
en ellos. Sin embargo, la no linealidad, la complejidad de comportamientos,
la nula posibilidad de medir algunas variables de estado y la
condición simultánea de abundancia y escasez de
datos (extensas bases de datos describen un parámetro
pero es nula la posibilidad de medir otros importantes factores),
hacen que estas estimaciones resulten poco eficaces cuando el
objetivo de los modelos es profundizar el conocimiento sobre
como se comportan los sistemas geotécnicos.
En
la Coordinación de Geotecnia se están aplicando
técnicas tales como redes neuronales (RN), lógica
difusa (LD) y programación evolutiva (PE), para generar
modelos de análisis que permitan aumentar este conocimiento
mediante el análisis de información con herramientas
de inteligencia artificial y modelado numérico multidimensional.
A través de la exploración de estas nuevas metodologías
se pretende establecer un marco teórico consistente que
mejore la comprensión de los elementos que constituyen
las cuestiones geotécnicas y sísmicas, fomentando
la investigación multidisciplinaria y el desarrollo tecnológico.
Un
ejemplo de la aplicación de estas nuevas tecnologías
es el estudio sobre el comportamiento dinámico de las
arcillas de la ciudad de México basado en la gran cantidad
de datos acumulados sobre pruebas de penetrómetro de
cono (CPT). A partir de los resultados de pruebas CPT registrados
en todo el valle, se desarrolló un sistema neurodifuso
que permite estimar el valor de la velocidad de ondas de corte
(Vs) y posteriormente, con una red neuronal, obtener el módulo
de rigidez dinámico y el amortiguamiento en función
de la deformación angular (G/Gmax vs ??y ? vs ?). De
esta manera, es posible establecer parámetros geotécnicos
de gran utilidad en la práctica ingenieril. En la figura
se muestran los resultados obtenidos para el sitio Central de
Abasto Frigorífico (CAF).
A
la fecha, la aportación principal del estudio consiste
en un software, cuya aplicación en módulos permite
al ingeniero la caracterización dinámica de un
depósito de suelo a partir de parámetros económicos
y de fácil obtención (resistencia a la penetración
del cono y el índice de plasticidad). Este sistema fue
desarrollado para el estudio de sitios del valle de México,
pero su aplicación a otras localidades es posible actualizando
la base de datos.
El
trabajo ha sido desarrollado como parte de la tesis de doctorado
de la maestra Silvia R García, y colaboran en el mismo
grupo de investigación el doctor José Luis Rangel,
y los maestros Gloria Echeverri, Neftalí Sarmiento, Sergio
Martínez, Eduardo Botero y Xavier Vera, bajo la dirección
del doctor Miguel P Romo.
a)Esquema
de operación

o

Figura. Sistema neurodifuso para la caracterización dinámica
de un depósito de suelo

Efectos
de sitio en las ciudades de Acatlán y Tehuacán,
Puebla.
El caso del sismo de Tehuacán del 15 de junio de 1999
Daniel
Vega Rocha
El
15 de junio de 1999 ocurrió un temblor de magnitud 7.0
en escala de Richter, con epicentro ubicado a 20 km al suroeste
de la ciudad de Tehuacán, Puebla. Este sismo afectó
a las ciudades de San Mateo Ozolco, Acatlán de Osorio
y Tehuacán en dicha entidad; los daños más
relevantes ocurrieron en hospitales, escuelas, viviendas y monumentos
históricos.
Con el propósito de conocer los efectos de sitio en ciudades
con suelos de características diferentes, se estudió
la influencia de este fenómeno en los daños presentados
en Acatlán y Tehuacán por dicho sismo.
Acatlán se ubica en una zona de suelos arenosos depositados
sobre rocas metamórficas. Tehuacán está
sobre una capa de depósitos aluviales, cuya profundidad
es variable y puede alcanzar hasta 15 m, constituida principalmente
por limos, estratos de arena, grava y conglomerados con una
considerable cantidad de finos; subyaciendo estos depósitos,
se encuentran horizontes de calizas con travertino de estructura
cavernosa, cuyos espesores rebasan los 100 m y están
caracterizados por su alta porosidad y por definir formaciones
acuíferas.
Para cuantificar el efecto de sitio en cada ciudad, se investigaron
aspectos físicos de la geología local, se obtuvo
información de la distribución de los daños
ocasionados por el sismo y se realizaron mediciones de vibración
ambiental en varios puntos de la zona urbana. El análisis
de los registros de vibración ambiental se hizo aplicando
la técnica de Nakamura, que consiste en calcular el cociente
o razón espectral de uno o más componentes horizontales
del movimiento entre el correspondiente componente vertical,
por lo que también se le conoce como técnica de
Razón espectral horizontal entre vertical (REHV). A partir
de las funciones de transferencia empíricas obtenidas
con la técnica de Nakamura, se determinó el valor
máximo del cociente espectral y el valor de su frecuencia
correspondiente; el primero indica la amplificación relativa
máxima, y el segundo permite determinar el periodo dominante
del suelo en el sitio donde se obtuvo el registro.
Cabe resaltar que, en el caso de Acatlán, las construcciones
ubicadas en zonas de terreno blando fueron más afectadas,
especialmente las de adobe; sin embargo, hay que reconocer que
el grave deterioro de los materiales de construcción
y las deficiencias estructurales de las viviendas jugaron un
papel importante con la aparición de los daños.
Se observó además que las viviendas construidas
con mampostería adecuadamente confinada tuvieron un comportamiento
dinámico satisfactorio.
En el caso de Tehuacán, las construcciones del centro
de la ciudad y algunas colonias cercanas a él fueron
las más afectadas, en especial edificaciones históricas,
casas y comercios de adobe que han sido perjudicados por el
intemperismo y la falta de mantenimiento. Al analizar las funciones
de transparencia empíricas, nos dimos cuenta de que no
se presentaron frecuencias dominantes mayores de 3 Hz (periodos
menores de 0.33 segundos), por lo que deducimos que el efecto
de sitio no afectó a casas y comercios de adobe de uno
o dos pisos. Sin embargo, sí observamos frecuencias dominantes
entre 1 y 2 Hz (entre 0.5 y 1.0 s) por lo que deducimos que
las estructuras históricas y los edificios con más
de tres niveles (con periodos de alrededor de 0.5 s) sí
presentaron daños debido al efecto de sitio.
Para tener una visión más completa del problema,
comparamos los resultados de los estudios realizados por el
IIUNAM y los de un estudio realizado por Abeki et al (2001).
Así comprobamos que en la zona sísmica A, definida
por Osorio-Carrera et al (1997) como zona de terreno firme con
periodos dominantes del suelo (TS) menores de 0.3 s, existen
periodos dominantes de vibración del suelo con valores
mayores de 0.3 s.
Con la información recabada, podemos concluir que en
Tehuacán los daños observados en casas y comercios
de adobe se produjeron principalmente por el deterioro que ya
éstos presentaban; sin embargo, las estructuras históricas
y los edificios de tres niveles se vieron afectados por frecuencias
dominantes del suelo entre 0.5 y 1.0 s. En comparación
con la ciudad de Acatlán, el efecto de sitio en Tehuacán
fue menos significativo.
Participaron en este trabajo Ángel Hurtado Artunduaga
y Daniel Vega Rocha, quien realiza su tesis de licenciatura
sobre este tema, bajo la dirección del M en C Javier
Lermo Samaniego, de la Coordinación de Ingeniería
Sismológica.