Número 103 / Febrero 2004

Profesor Invitado

Impacto de los proyectos delInstituto



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Editorial

El Programa de Posgrado en Ingeniería de la UNAM (PPI) es un instrumento fundamental para la formación de los recursos humanos de alto nivel que requiere el país. En él se han formado muchos de los mejores ingenieros con que cuenta México. El IIUNAM ha tenido siempre una gran participación y compromiso con el Posgrado en Ingeniería, y su Programa de Becas (PBII) ha impulsado la formación de un gran número de maestros y doctores en ingeniería.

En enero pasado, presenté a la comunidad del IIUNAM los resultados de un diagnóstico realizado por la Coordinación del PPI por encargo de su Comité Académico, en el cual se resalta, entre otros asuntos, la reducida eficiencia terminal del Posgrado en Ingeniería como un problema que se debe atender con energía. Para ello, la Coordinación ha propuesto una serie de medidas que atañen a los alumnos, los tutores y la misma Coordinación del Posgrado, dirigidas a mejorar radicalmente dicha eficiencia, y entre las que se considera el establecimiento y riguroso cumplimiento de periodos máximos permitidos para lograr la titulación.

Para contribuir a la solución de este problema, y especialmente para fomentar entre los graduados de maestría los estudios doctorales, el Consejo Interno del IIUNAM aprobó, el pasado 11 de febrero, importantes adecuaciones al Reglamento del Programa de Becas del Instituto de Ingeniería.

El PBII establece dos tipos de becas: regulares y especiales. Las becas regulares tienen como propósito la obtención de un grado académico, en los ciclos de licenciatura, maestría y doctorado, cumpliendo con dos tipos de actividades: 1) cursar asignaturas y participar en proyectos de investigación del IIUNAM y 2) efectuar las actividades de investigación para la realización de una tesis.

Las becas especiales se otorgan con propósitos complementarios a la obtención del grado, tales como realizar estancias posteriores a la obtención de éste, con el fin de facilitar la continuidad de los estudios del becario en niveles superiores.

La duración total de las becas regulares podrá ser de hasta seis semestres para licenciatura, cuatro para maestría y seis para doctorado a partir de la maestría, o diez a partir de la licenciatura. La duración de las becas especiales será de hasta dos semestres.

Reducir la duración de las becas regulares de maestría nos da la oportunidad de replantear los alcances y contenido de las tesis de grado, adecuándolas especialmente a los intereses y expectativas de los estudiantes. Sobre este tema un grupo de académicos del Instituto se encuentra ya trabajando.

Exhorto al personal académico del IIUNAM a realizar esfuerzos tendientes a fortalecer nuestra presencia en el Programa de Posgrado en Ingeniería, contribuyendo en la observación de las disposiciones establecidas por el Comité Académico del Posgrado y por el Consejo Interno del IIUNAM en relación con el PBII.