Impacto
de los proyectos del Instituto
La vulnerabilidad
costera en el ordenamiento ecológico territorial.
El
caso de Quintana Roo
México
es uno de los países con mayor longitud de línea
de costa en el mundo, ésta mide 11 122 km2 sin contar los
perímetros de las islas. La zona económica exclusiva*
cubre 3 149 920 km2 (INEGI, 1991). Diecisiete estados de la república
tienen contacto con la costa, entre los que se cuenta un total
de 167 municipios costeros en los que habitan más de diez
millones de personas.
Más
del 70 % de la costa mexicana está expuesta al embate de
ciclones, sea que solo se acerquen al litoral o que lleguen a
tocar tierra.
Parte
de la economía mexicana depende de la existencia de buenas
condiciones climáticas en la zona litoral, como es el caso
de la industria pesquera, la extracción del hidrocarburo
que se encuentra en la plataforma continental, el turismo, las
exportaciones por vía marítima, entre otras actividades
relevantes.
En virtud
de la importancia económica de la zona litoral y de los
impactos negativos ocasionados por huracanes como Gilberto (1988)
y Roxana (1995), tanto en pérdida de vidas humanas como
de infraestructura y actividades económicas, es necesario
realizar estudios que proporcionen, a las autoridades y a los
ingenieros, herramientas que permitan planear, evaluar y diseñar
las estructuras y el desarrollo de las actividades marítimas
y tierra adentro.
Por
lo anterior, y enfocándose en Quintana Roo, que es el estado
más expuesto al embate de fenómenos meteorológicos
extremos, se diseñó y realizó un estudio
para diagnosticar la vulnerabilidad costera a dichos fenómenos,
lo cual servirá para el ordenamiento ecológico territorial
que está llevando a cabo la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales.
El objetivo
de dicho estudio fue desarrollar una herramienta computacional
que permita al usuario visualizar mapas de los campos de viento,
altura de ola, presión e inundación por marea de
tormenta generados por ciclones en la costa del estado de Quintana
Roo. Para tal efecto, se calibraron y utilizaron modelos numéricos
desarrollados por el Grupo de Ingeniería de Costas y Puertos
de la Coordinación de Hidráulica del IIUNAM, alimentados
con información relevante de los huracanes que han afectado
la costa de Quintana Roo. Esta herramienta, apoyada en sistemas
de información geográfica estandarizados, también
provee al usuario la posibilidad de cruzar dichos campos con información
de usos y zonificación del estado. El trabajo se encuentra
integrado al sistema de información geográfica Arc
view.
Con
este estudio, se le proporcionó a la SEMARNAT y al Gobierno
de Quintana Roo una herramienta para apoyar la toma de decisiones
tanto en la prevención y mitigación de desastres
naturales como en la asignación de concesiones costeras.
El proyecto
estuvo a cargo de los doctores Paulo Salles, Rodolfo Silva y Georges
Govaere, de la Coordinación de Hidráulica, con la
colaboración de varios becarios del grupo, y fue patrocinado
por SEMARNAT.
Tratamiento
de los azolves provenientes del drenaje de la ciudad de México
El sistema
de drenaje con que cuenta la ciudad de México es de tipo
combinado, transporta tanto aguas residuales como pluviales. Por
esta razón, también transporta sólidos que
provienen de los desechos contenidos en las aguas residuales,
la erosión pluvial en los suelos de conservación
y la basura que la gente arroja indiscriminadamente y que en época
de secas con frecuencia se deposita en las tuberías, lo
que impide luego su funcionamiento adecuado, y crea un alto riesgo
de inundaciones en la ciudad.
Con
objeto de mantener la capacidad hidráulica del drenaje,
se extraen anualmente 2.8 x 106 m3 de azolves de los 2 362 km
de red primaria, 10 363 km de red secundaria, 130 km de cauces
a cielo abierto, 53 km de ríos entubados y 22 presas, lo
que representa sólo una cuarta parte de los desechos que
se generan y que es imposible extraer totalmente debido al elevado
costo que esto implicaría.
Los
azolves extraídos son actualmente enviados al Bordo Poniente,
una zona destinada exprofeso para este tipo de desechos y cuya
vida útil concluye en 2003. Por ello, se estudió
la forma de reducir los volúmenes de sólidos residuales,
así como los métodos alternos de depósito
final y, en particular, su posible reutilización.
La investigación
elaborada, por el Instituto de Ingeniería consistió,
en primer lugar, en documentar toda la información disponible
sobre este tema (en su mayoría oral). Posteriormente, se
identificaron, cuantificaron y caracterizaron las diversas fuentes
de generación de desechos. Se encontró que, para
reducir los azolves de 60 a 80 %, se requiere controlar la erosión
de los suelos de conservación, así como evitar verter
los lodos de las plantas potabilizadoras y depuradoras al drenaje.
A partir
del conocimiento de la composición de los azolves, se elaboró
una clasificación de éstos en cinco grupos, que
van desde los que son susceptibles de ser empleados en la agricultura
para incrementar la productividad de ésta, hasta los que
deben ser considerados como residuos peligrosos. Entre ellos existen
otros grupos de azolves que pueden ser utilizados para rellenar
socavones, elaborar material de construcción, remediar
suelos y nivelar terrenos.
El estudio
comprendió también la descripción de métodos
para tratar los azolves y hacerlos aprovechables, así como
la definición de los lineamiento técnicos sobre
los que se podría fundamentar la elaboración de
una normatividad adecuada para manejarlos ágilmente. En
el estudio se presentan, además, los sitios potenciales
para reaprovechar los azolves en el Distrito Federal, los cuales
se ubican en las delegaciones Xochimilco, Tláhuac y Magdalena
Contreras.
Toda
la información generada en el proyecto (informes, mapas,
manual de operación, programa de cálculo para clasificar
los azolves, acervo fotográfico, etc), se puede consultar
en la página de la Secretaría de Medio Ambiente
del Distrito Federal, cuya dirección es: http:// www.semarnat.gob.mx.
Para
difundir los resultados del estudio se realizarán diversas
reuniones con los responsables de los desazolves de la Dirección
General de Construcción y Operación Hidráulica
(DGCOH), así como de las Delegaciones del DF. En estos
foros se discutirán las diferentes fuentes de financiamiento
para el desarrollo de proyectos específicos para el tratamiento,
aplicación o depósito de lodos y azolves.
En el
proyecto participaron más de 20 personas de los grupos
Tratamiento y Reúso, a cargo de la doctora Blanca Jiménez
Cisneros, y Remediación, cuya titular es la doctora Rosario
Iturbe Argüelles, ambos adscritos a la Coordinación
de Ingeniería Ambiental.