Febrero 2002

Impacto de los proyectos del Instituto

Respuesta estructural de edificios altos instrumentados en zonas de gran peligro sísmico

David Murià Vila

Estos hechos indicaron a las autoridades en turno, a varios profesionales de la construcción y a algunos propietarios de inmuebles, la necesidad de contar con datos experimentales para esclarecer las controversias relativas a aspectos del análisis y diseño sísmico de edificios.

Actualmente, los edificios instrumentados en el país no exceden de 25. Once de estos edificios son atendidos por centros de investigación y sólo uno se encuentra fuera de la ciudad de México. El II-UNAM tiene a su cargo cinco de ellos. Esta cantidad es insuficiente para cubrir los edificios más representativos que están localizados en las regiones de mayor peligro sísmico del país.

A pesar de los pocos edificios instrumentados y del rezago de aproximadamente tres décadas con respecto a la experiencia de los países pioneros, los resultados obtenidos a la fecha son interesantes; han permitido concluir que las consideraciones de análisis de las estructuras que se asumen en la práctica profesional, requieren ser mejoradas para que se apeguen más a la respuesta dinámica real. Entre estas consideraciones destacan el deterioro estructural y los efectos de interacción suelo-estructura. La propuesta del nuevo Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal incluye modificaciones que toman en cuenta ambos aspectos.

Todavía no se han obtenido registros de respuestas de edificios ante movimientos de gran intensidad, debido a que en las poblaciones afectadas por dichos eventos, ocurridos después de los de 1985, no había edificios instrumentados. Ejemplos de sismos de estas características, que destacan por los daños que produjeron, son los de Manzanillo de octubre 10 de 1995, Tehuacán de junio 15 de 1999 y Oaxaca de septiembre 9 de 1999.