Historia del hundimiento
En 1925, Roberto Gayol informó a la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de México que la Ciudad Capital se estaba hundiendo. Años más tarde, José A. Cuevas, iniciador de los estudios de
mecánica de suelos en México propuso a Nabor Carrillo que analizara la influencia de la extracción de agua sobre el hundimiento de la ciudad. Carrillo estableció que la pérdida de presión
en los acuíferos del subsuelo lacustre por bombeo es la que provoca cambios en el estado de esfuerzos e induce el proceso de consolidación que origina los asentamientos. Gracias a los
trabajos de nivelación de la superficie del terreno realizados periódicamente por distintas instituciones entre las que destacan la Comisión Nacional del Agua, el Sistema de Aguas de la
Ciudad de México y la Comisión de Aguas del Estado de México ha sido posible seguir la evolución del fenómeno hasta nuestros días. Actualmente, en algunos puntos del valle, el asentamiento
acumulado desde 1862 alcanza 13.5 metros. La velocidad de hundimiento llega a rebasar localmente los 40 cm/año. Le corresponde precisamente al SIMOH recopilar, procesar, interpretar y difundir los
resultados de estos trabajos históricos y recientes.