Enero
2001
Las remuneraciones
adicionales en el Instituto de Ingeniería
Roberto Magallanes
1. Los antecedentes
Hacia el final de la década de los setentas se estableció el primer
procedimiento para asignar remuneraciones adicionales, que el personal
académico denominó escalones, el cual asociaba la remuneración adicional
al desempeño en el cumplimiento de los objetivos institucionales.
La determinación de la remuneración implicaba una evaluación académica
previa, mediante la cual se ordenaba a los académicos de cada una de
las categorías y niveles establecidos en el EPA según sus méritos académicos.
Con base en tal ordenamiento se formaron subgrupos homogéneos en el
interior y heterogéneos en el exterior en cuanto a méritos y desempeño;
reconociendo cuatro niveles o escalones. Se procuraba que el número
de académicos en cada escalón fuera tal que el polígono de frecuencias
resultante semejara una distribución normal, que era lo esperado desde
el punto de vista teórico. Cuando en evaluaciones posteriores se proponía
que un académico se incorporara a un escalón, fuera por promoción o
por mejoría en su desempeño, había que revisar toda la categoría para
determinar quien debería bajar. Otra característica importante del sistema
era que una vez realizada la evaluación por el Consejo Interno con información
de los subdirectores, los resultados eran inapelables.
La regla de transformación entre evaluación y remuneración era simple,
pues se asignaba un porcentaje del salario tabular universitario por
cada escalón. Al principio fue de 5% y posteriormente se elevó a 6%
o 8% por escalón, dependiendo de la categoría y nivel.
A partir de 1983, la situación salarial del personal, generada por la
economía del país, hizo necesario instrumentar una remuneración semestral
adicional que el personal académico denominó bono semestral. Su objetivo
era reforzar el cumplimiento de ciertos objetivos institucionales como
el uso eficiente de recursos y la contribución a su generación. Ello
originó evaluaciones paralelas: una que consideraba el desempeño a largo
y mediano plazo para el escalón y otra de corto plazo para el bono.
En algunos casos, la falta de correspondencia entre los resultados de
ambas evaluaciones, daba lugar a situaciones confusas y molestas.
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