Noviembre 2002

Plaza Carmen Meda

En sencilla pero emotiva ceremonia el pasado 23 de octubre la comunidad del IIUNAM recordó a Carmen Meda, quien fuera por casi 25 años jefa de la Sección Editorial. El motivo del acto fue la develación de la placa que pone el nombre de nuestra querida Carmen a la pequeña plaza ubicada en el lado oriente del edificio 1. En la ceremonia, compañeros, amigos y familiares de Carmen rememoraron diversas facetas de su vida.

Roger Díaz de Cossío recordó que en 1966 invitó a Carmen Meda a trabajar en el IIUNAM, motivado por la obsesión que compartía con el doctor Rosenblueth acerca de la importancia de la buena redacción. La evocó como una mujer dulce, que muy pronto se hizo amiga de todos, enérgica, dinámica y que logró establecer el curso de redacción en el posgrado de ingeniería.

Francisco José Sánchez Sesma recordó la influencia que la señora Meda, junto con el doctor Rosenblueth, tuvieron en su manera de expresarse correcta y eficientemente.

Una de las facetas importantes en la vida de Carmen fue la enseñanza. Así lo manifestó su alumna Cristina Barros, quien la evocó como una magnífica maestra y un ser humano excepcional. Ella expresó que Carmen amó la vida y la disfrutó plenamente, en particular impartiendo clases a los adolescentes, a quienes ofreció la claridad en su posición ideológica, su coherencia a ultranza, su honestidad, su inteligencia y, sobre todo, su bondad.

Margarita López Herranz y Maximino Reséndiz, sus compañeros en la Sección Editorial, destacaron la fortuna de haber podido colaborar con ella y recibir siempre su apoyo y orientación, con la calidez que la caracterizó.

Para Mariana, nieta de Carmen Meda, la entrañable convivencia con ella a lo largo de quince años fue, sin duda, muy importante para su formación. Leyó el último escrito de su abuela, texto que reproducimos en esta Gacetilla.

Finalmente, Miguel Ángel Granados Chapa, dijo haber tenido el privilegio de tratar a Carmen cuando fueron miembros de la junta de Gobierno del Colegio Madrid y expresó su admiración por ella, por la excelente manera que tenía de escribir y por el amor que profesaba al lenguaje como instrumento de comunicación.

regresar