Junio 2001
Editorial
El Consejo Directivo
de la Torre de Ingeniería fue instaurado por el Rector, Juan
Ramón de la Fuente, en una sencilla ceremonia efectuada el 7
de junio pasado, a la que asistieron importantes funcionarios de la
UNAM. Entre ellos se encontraban René Drucker Colín, Coordinador
de la Investigación Científica, José Manuel Covarrubias
Solís, Tesorero, Daniel Barrera Pérez, Secretario Administrativo,
Santiago Capella Vizcaíno, Director de la Facultad de Química,
Felipe Lara Rosano, Director del Centro de Instrumentos, Gerardo Ferrando
Bravo, Director de la Facultad de Ingeniería, y Francisco José
Sánchez Sesma, Director del Instituto de Ingeniería.En
la bienvenida a los asistentes, el doctor Sánchez Sesma evocó
las palabras de Emilio Rosenblueth, donde sostiene la trascendencia
de la labor del ingeniero, capaz de transformar la realidad. Continuó
citando: "Las tareas esenciales del ingeniero son inventar y decidir:
debe idear opciones y elegir la mejor: son su placer y obligación
imaginar y optimar. Decir qué es óptimo es cuestión
moral, a ser examinada por la ética".
A continuación,
habló de los antecedentes y características actuales del
proyecto Torre de Ingeniería (TI), así como de las tareas
que iniciará el Consejo Directivo de la misma para dar cuerpo
y consistencia al proyecto. Entre estas tareas resaltó la necesidad
de redoblar esfuerzos para terminar por completo el edificio, ocuparlo
plenamente y hacer de este proyecto la imagen tecnológica de
la UNAM. Finalmente, destacó que hoy más que nunca está
vigente lo afirmado por Javier Barros Sierra: "la UNAM es espejo
del mejor México posible".
Por su parte, el doctor
de la Fuente mencionó que este proyecto conjugará esfuerzos,
en aras de soluciones donde participen diferentes campos de la ingeniería.
Es evidente que se trata de un proyecto de gran trascendencia para la
UNAM, con un nuevo modelo que puede tener enormes beneficios para la
institución, ya que acumulará nuevas experiencias de vinculación
y trabajo, que posiblemente definan nuevos esquemas de financiamiento.
Se requiere entonces una actitud propositiva ante el reto que representa
para la UNAM estrechar vínculos, ahora que estamos inmersos en
el cuestionamiento acerca de la viabilidad y pertinencia de las universidades
públicas. Estamos realmente innovando, no podemos fallar, no
podemos equivocarnos.
La innovadora organización
del Consejo Directivo de la Torre pasó por varias facetas durante
el proceso de análisis del proyecto, que comprende actualmente
responsabilidades compartidas, directrices democráticas y presidencia
rotatoria. La TI se ha convertido en un proyecto institucional. ¡Qué
bueno que se gestó en el Instituto de Ingeniería! y ¡qué
bueno que el Instituto continúe participando en él!
El Rector agradeció
al pre-Consejo su trabajo consciente y responsable, y exhortó
a redoblar esfuerzos para fortalecer la viabilidad de la UNAM y mostrar
las bondades y beneficios del proyecto, la capacidad de la universidad
de generar modelos novedosos y trabajar en equipo.
Finalizó sus
palabras estableciendo las posiciones en el Consejo Directivo del ingeniero
Covarrubias, como representante del Patronato, y del doctor Barrera
Pérez, como representante del Rector.
