Abril 2003
Impacto de los proyectos del InstitutoEl sismo de Colima del 21 de enero del 2003
Marco A Macías Castillo
David Almora Mata
Leonardo Alcántara NolascoEl 21 de enero del 2003 a las 20:06 h (tiempo local), ocurrió un fuerte temblor en la región costera del estado de Colima. De acuerdo con informes del Servicio Sismológico Nacional del Instituto de Geofísica de la UNAM, el sismo tuvo una magnitud de 7.6 y su epicentro se situó en las coordenadas 18.22º y 104.60º, a unos 10 km de profundidad. Las poblaciones más cercanas al evento fueron Tecomán (13 km) y Armería (16 km); por su parte, las ciudades de Manzanillo y Colima se ubican a unos 50 km y la ciudad de México a 550 km.
El mayor índice de daños se registró en el estado de Colima y en 25 municipios de los estados de Jalisco y Michoacán. Según cifras oficiales, 21 personas perdieron la vida. Cerca de la región epicentral, se presentaron deslizamientos de tierra, fenómenos de licuación en la zona costera y daño en algunos puentes. En el poblado de Villa de Álvarez, se produjeron asentamientos importantes y grietas en el terreno. La Comisión Nacional del Agua informó que las presas Trojes y Las Piedras sufrieron asentamientos y desprendimientos laterales. La planta termoeléctrica de Manzanillo presentó algunos daños en la obra de toma y en la subestación. En relación con daños en casas habitación, de los 15 000 reportados, unos 3 000 fueron clasificados como daños severos los cuales en su mayoría se debieron a la falta de confinamiento en muros construidos de adobe y ladrillo. En general, muy pocas estructuras de concreto reforzado o de acero sufrieron daño. En el caso de la ciudad de México, aun cuando el sismo se sintió muy fuerte y causó alarma entre la población, no se registró ningún percance.
El evento ocurrió en una región tectónica del Pacífico Mexicano, cuya actividad sísmica es ocasionada por la acción de las placas de Rivera, Cocos y Norteamérica. En dicha región se han generado sismos de gran magnitud, como los de: Jalisco del 3 de junio de 1932 (M = 8.2), Michoacán del 19 de septiembre de 1985 (M = 8.1) y Manzanillo del 9 de octubre de 1995 (M = 8.0). Precisamente es en esa región donde la Coordinación de Instrumentación Sísmica del IIUNAM ha desarrollado la Red Sísmica más importante del país para el registro de sismos intensos. Dicho esfuerzo, iniciado en la década de los sesenta, ha permitido el registro de un número significativo de este tipo de eventos, cuyo estudio ha conducido a incrementar el avance en el conocimiento de estos fenómenos, así como el mejoramiento de los reglamentos de construcción.
El temblor fue registrado con gran éxito tanto en sitios de campo libre (pozo y superficie) como en estructuras. La tabla presenta un resumen de los registros obtenidos, así como el valor máximo de aceleración. En terreno libre en roca, a 196 km del epicentro, el valor pico fue de 28 cm/s2, mientras que en suelo, a 550 km, también fue de 28 cm/s2 y en un edificio en la ciudad de México se registraron 97 cm/s2. Sin embargo, en la red que opera el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, en la Termoeléctrica de Manzanillo, se registró el valor de 370 cm/s2. Para fines de comparación de la intensidad de este sismo con el del 19 de septiembre de 1985, en la ciudad de México, se puede puntualizar lo siguiente: en las estaciones de CU y SCT se obtuvieron 35 y 180 cm/s2 en 1985, mientras que con este último evento se generaron 4 y 22 cm/s2 , respectivamente.
México es un país de temblores y la historia así lo demuestra, por lo que es importante continuar con el monitoreo de la actividad sísmica mediante la operación de redes sísmicas y recordar que cada sismo es irrepetible, por lo que un sismo no registrado así pasará a la historia, y será una oportunidad de investigación perdida para la sismología
(cm/s2)
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